“¿Vos me vas a venir con el
cuentico de que Cristo estuvo tres días muerto y sepultado y que luego
resucitó? ¡Noooo papaaa! ¡Eso es un cuentico chino! ¿Cómo es que todo mundo
celebra la muerte de Cristo el viernes y el domingo ya celebra la resurrección?
¿No dizque tenía que estar en la tumba tres días? ¿Explicame eso?”
La inquietud de este caballero es seguramente la de muchas
personas que en la religión y en las tradiciones notan muchas inconsistencias,
pero que igual las pasan por alto. La respuesta al interrogante de si Cristo
estuvo tres o dos días en la tumba tiene su explicación. Pero antes es
importante advertir tres cosas:
Número uno, que la doctrina cristiana no se puede construir con base en
cuentos, tradiciones o decretos de hombres, sino con base en la Biblia. Número dos, que cuando estudias la Biblia debes hacerlo con la mente judía
de los tiempos bíblicos, no con la mente de un occidental actual. Y número tres, que la Biblia interpreta a la Biblia, y lo hace teniendo todo
texto dentro de un contexto, porque si no, se vuelve un pretexto. Ahora sí,
pasemos a la explicación.
Es importante que
sean tres días, porque esa era la señal del profeta Jonás, que así como él
estuvo tres días y tres noches en el vientre de un gran pez, Jesús debía
estarlos en el sepulcro antes de resucitar. Pero cuidado, para el judío el día
comienza al caer el sol y termina al otro día al caer el sol. Por eso en
Génesis se repite varias veces: “fue la tarde y la mañana de un
día”.
En la Biblia un
día comienza en la tarde y termina en el día. Así es que aunque pienses que un
jueves a las 6 de la tarde aún es jueves, para un judío está comenzando el
viernes. Y Jesús comió la Pascua el jueves 14 de Nisán, según el calendario
hebreo, iniciándose el día, aunque para nosotros fuera miércoles en la tarde.
La Pascua se sacrificaba entre las tardes del jueves y el viernes, antes que se
iniciara el viernes (Exodo 12:6; Levítico 23:5; Números 9:3, 5, 11).
Luego el Señor fue crucificado y murió el jueves 14 de Nisan a
las tres de la tarde, tres horas antes de iniciarse el viernes. Después, a las
seis de la tarde de ese jueves, que ya es viernes para los judíos, el Señor fue
sepultado. Así es que desde la tarde del viernes hasta la mañana del viernes ha
pasado un día sepultado.
A las seis de la tarde del viernes, que es el comienzo del
sábado, Jesús inició el segundo día sepultado, el cual terminó a las seis de la
tarde de ese sábado. Y en ese preciso momento arrancó el día domingo, que es
cuando el Señor comenzó el tercer día sepultado, por lo cual, en la mañana,
cuando las mujeres fueron al sepulcro, lo hallaron resucitado.
En resumen, Jesucristo sí estuvo tres días y tres noches en el
sepulcro, ese no es ningún cuentico chino, es la verdad. El Señor pasó en la
tumba la noche y la mañana del viernes 15 de Nisan. La noche y la mañana del
sábado 16 de Nisan. Y la noche y la madrugada del domingo 17 de Nisan, pues al
amanecer… ¡resucitó!
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