Una Palabra de Introducción
Segunda Corintios, siendo una carta personal enviada a una iglesia amiga, arroja luz y comprensión sobre la vida, la persona y el ministerio del apóstol Pablo. Pero también nos descubre mucho de lo que era y vivía una iglesia cristiana típica del primer siglo.
De una manera especial, Pablo abre su corazón para mostrar a los corintios cómo era el y sus sentimientos para con ellos. Esto, por supuesto nos revela varias cosas.
Por un lado nos permite observar aquello que le inquietaba mientras estaba lejos de las iglesias que había fundado, como en el caso de la iglesia en Corintio. Por otro, descubrimos las varias adversidades que el Apóstol tuvo que sortear para llevar a cabo su ministerio, incluyendo adversidades físicas y de relaciones con quienes no entendían sus motivos y manera de servir, o se oponían al evangelio.
2 Corintios 1:1-11
EL DIOS DE TODA CONSOLACION.
La segunda carta a los corintios es personal, escrita por alguien que apreciaba profundamente a aquellos a quienes escribía. La carta, además aborda problemas específicos y necesidades personales. Por esta razón, 2 Corintios se caracteriza por un afecto, pasión y emoción que diferencia a otras cartas del Nuevo Testamento.
El autor siguió la forma común de escritura de su tiempo. Se dirigió a una iglesia que existía en el primer siglo. Aun así, los desafíos y visiones de la carta son pertinentes para los creyentes de hoy.
Como pastor, preocupado, Pablo también quería advertir a sus amigos de los peligros de la indiferencia espiritual (Cap. 10:13). Pero el principalmente motivo fue su deseo de defender su apostolado. Segunda Corintios es, por consiguiente, una de la epístola más personal de Pablo.
DESCRIPCIÓN DEL AUTOR.
Pablo establece inmediatamente la autoridad de su ministerio al referirse a sí mismo como Apóstol. “Un apóstol era una persona separada para un propósito particular, uno enviado con una misión”. La autoridad y el propósito de un apóstol estaban determinada por quien le envió.
¿Quien envió a Pablo en esta misión? Con la frase que sigue, Pablo responde la pregunta. El era “un apóstol de Jesucristo”. El trabajo de Pablo no fue vago e indefinido, más bien fue específico y claramente identificado. Su ministerio se asoció con el trabajo y la persona de Cristo. Cristo fue la fuente de la autoridad de Pablo y la medida de su autoridad, El envió a Pablo a esta misión “por la voluntad de Dios.
En días como los nuestros, de individualismos, cuando el comercio esta invadido por libros que nos animan a aspirar a ser los primeros, la palabra de Pablo es una corrección que debemos ver. Pablo no estaba motivado por si mismo, sino fue motivado por Dios. El no ejerció su voluntad sino exalto la voluntad de Dios.
Como lo expresara un comentarista: “en si mismo, como criatura y como pecador, no tuvo el derecho de `pronunciar una solo palabra en nombre de Dios; pero como apóstol, llamado por la gracia de Dios y con el encargo del mensaje de Dios… él no sólo podía, sino debía hablar con la autoridad de Dios mismo”.
LOS RECEPTORES.
Corintios era una ciudad ubicada en la provincia de Acaya. La provincia Romana de Acaya cubría la parte sur de lo que hoy llamamos Grecia.
En una cuidad como Corintios, la inmoralidad se desarrollaba a gran escala. El nombre “Corintios” llego a ser señal de vida inmoral y corrupta. El gran templo de Afrodita, la diosa del amor, estaba sobre una colina mirando hacia la cuidad, proveyendo aprobación religiosa a la licencia sexual que caracterizaba a Corintios.
Pablo estableció una iglesia en esta inmoral e importante cuidad durante su segundo viaje misionero (Hechos 18). Sin embargo, el Apóstol no reclamó a la iglesia como algo que le perteneciera. La iglesia de Corintios no era su iglesia, sino “la iglesia de Dios”.
EL SALUDO. (1:1-2)
Gracias, inmerecida don de Dios, es el fundamento de una relación personal con Dios y paz es el fruto de esta relación. Toda vez que una persona recibe este inmerecido don de Dios, su vida es fortalecida interiormente con paz de Dios. El Señor Jesucristo hace que la gracia y la paz de <Dios sea posible a cada creyente>
POR CAUSA DE LO QUE DIOS ES 1:3-7
Pablo describe a Dios en tres frases. Dios es el “Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de toda consolación” (Vs. 3)
Pablo también menciona a Dios como el “Padre de misericordia”. La palabra padre es algunas veces una expresión idiomática para “originador” o “fuerte”.
Misericordia implica compasión, reacción de simpatía hacia quien está en necesidad.
La alabanza de Pablo hacia Dios le reconoce también como el “Dios de toda consolación”. Consuelo es la palabra principal en 2 Corintios, aparece diez veces en los versículos 3-7. El verbo es usado dieciocho veces en toda la carta.
La palabra consuelo implica uno que es llamado al lado de otro para ayudar. Consuelo, entonces incluye algo más que simpatía, El consuelo de Dios incluye sustento y asistencia.
El consuelo de Dios es vital para nosotros pues nuestras vidas a menudo son confrontadas con la aflicción. La palabra traducida aflicción en el Vs.4 significa “ser presionado”. Podría ser traducida como tensión o angustia. La gente del siglo veinte no invento el “estrés” gente de todas las generaciones lo ha experimentado.
Pablo describe nuestro problema en el Vs.5 al hacer referencia a nuestras dificultades como “las aflicciones de Cristo”. Más bien Pablo tiene en mente el sufrimiento que los discípulos cargaban en el servicio a Cristo.
POR CAUSA DE LO QUE DIOS HACE (1:8-10)
El texto no identifica el problema, sólo provee sugerencias. La frase “abrumados sobremanera”(Vs.8) sugiere el cuadro de un asno incapaz de andar bajo una carga que es demasiada pesada. “Conservar la vida” (Vs.8) sugiere que Pablo estaba en una situación en la cual no podía ver una salida.
El sufrimiento enseño a Pablo otra lección, redescubrió la suficiencia de los recursos de Dios. El poder de Dios fue suficiente para librarlo aun de lo que parecía ser una causa inminente de muerte física. Algunas veces, la suficiencia de Dios llega a ser aprendida en el aula de clase de nuestra propia insuficiencia.
PARTICIPES EN LA ORACION. (1:11)
El Vinculo del Compañerismo Cristiano.
Una de las imágenes más llamativas de la iglesia en el Nuevo Testamento es el concepto de la misma como un cuerpo. La discusión de Pablo en 1 Corintio 12, describe vívidamente este concepto. Un cuerpo es formado de la interrelación de muchas partes, donde cada una de ellas depende de la otra. Así es la iglesia, bajo la dirección de Cristo.
Cada cristiano funciona como una parte del cuerpo de Cristo. De esta manera, dependemos unos de los otros.
Las palabras “cooperando también vosotros a favor nuestro”, sugieren el cuadro de un grupo de trabajadores trabajando juntos, hombro con hombro, para levantar una pesada carga. Juntos, ellos logran que el trabajo sea hecho.
LECCION PARA LA VIDA. 1:1-11
Los cristianos no están separados de los problemas de la vida; ellos están inmersos en medio de problemas. Una herejía común en nuestros días es que si uno tiene suficiente fe puede escapar de las dificultades de la vida.
Desde el libro de Job hasta el Calvario, el mensaje bíblico contradice esta idea. La diferencia para el cristiano no es que esta libre de los problemas. La diferencia es que está protegido por dentro con el poder del Espíritu Santo.
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